La tarifa Eléctrica

Sara Patrón.

La electricidad es un tema en boca de todos, debido a las recientes subidas, al déficit de las tarifas, los impuestos, y otros conceptos diversos.  Por eso vamos a ver, lo que influye en el consumo de electricidad, y sobre todo, el detalle de una factura eléctrica.

Para empezar, debemos  hablar de la potencia contratada, aquella que necesitamos para poder enchufar todos los aparatos eléctricos de nuestra casa, e irá en función de la potencia que requieran los mismos. Es una cuota fija, establecida en base a euros por kilovatio día o mes.

Por otra parte, tenemos la energía consumida, los kilovatios que consumimos durante el periodo. Es decir, el consumo de nuestras lámparas, vitrocerámicas, microondas, televisiones, ordenadores, etc.

 La suma de ambos conceptos anteriores, restándoles los descuentos, es el gasto real en energía, aunque la potencia contratada no es en sí un consumo, si no, una cuota fija, en función de los kilovatios contratados.

Después tenemos el impuesto sobre la electricidad, tiene carácter especial y está regulado en la Ley 38/1992, de Impuestos Especiales. Es un tributo, de naturaleza indirecta, que recae sobre el consumo específico de la electricidad. Su base imponible no es solo la suma de los dos conceptos anteriores, si no, que se incrementa con un coeficiente, que es del 1,05113. Y el impuesto supone el 4,864% de dicha base imponible. Es decir, que si tu potencia contratada y tu energía consumida suman 100, el impuesto se va a calcular sobre 105,13 (aproximadamente un 5% más de lo consumido).

Si solo fueran estos conceptos, no estaría ni tan mal, pero a esto hay que sumarle el alquiler de equipos de medida, que es lo que se paga por los equipos que miden el consumo eléctrico, normalmente, propiedad de la compañía eléctrica. El propietario de estos contadores, no es nuestra comercializadora, es decir, la que nos factura, suele ser la empresa distribuidora de la electricidad, es decir, la dueña del cableado eléctrico, aunque normalmente, forman parte del mismo grupo. 

El peaje, es otro gasto añadido, que repercute directamente en la comercializadora, que es la que paga el uso de las redes de distribución eléctrica, pero muchas de ellas, nos repercuten ese peaje en nuestras facturas. Es una cuantía que estima el gobierno, pero cuando este lo hace mal, hay que pagar justos por pecadores.

De lo anterior, pasamos directamente a los ajuste de peajes,  que regulariza los precios de los peajes de acceso desde el 1-10-2011 a 31-03-2012, prorrateándonos la desviación en el cálculo de los peajes desde octubre del año pasado hasta el marzo de este año, diviéndonos el periodo en dos cuotas que suman 15,63. Además, a esta cuantía hay que sumarle los impuestos. Sí, he dicho impuestos, en plural, porque hay que calcular el impuesto sobre la electricidad de ese ajuste. Y sobre este total calcular el IVA, que es de un 18%, pues  en el periodo a que se refiere esa regularización, era el que estaba en vigor.

Por último, llegamos al IVA, impuesto bien conocido por todos, que  grava el consumo de bienes y/o servicios. El suministro de electricidad está sujeto a este impuesto, en su tipo general, es decir, al 21%, aplicable sobre el total de los conceptos mencionados antes, exceptuando el ajuste de los peajes de acceso, que como ya he mencionado, irá con un IVA del 18%. Es decir, en la Base Imponible del impuesto van incluidos la cuota fija, el consumo, el alquiler de equipos, los peajes, y el impuesto sobre la electricidad.

En resumen, más de un cuarto de la factura se destina a pagar el impuesto sobre la electricidad y el IVA del consumo eléctrico. Además de pagar alquiler por el contador, y que nos repercutan el coste del uso de las redes eléctricas, aunque algunas compañías lo asumen como propio, una cuota fija simplemente por tener dado de alta el servicio, y el consumo, también tenemos que pagar hasta final de año una regularización que supone casi 20 € más, impuestos incluidos.   

De este total, van para el gobierno los impuestos, y los peajes, y aun así, somos el país que menos recauda en materia tributaria, a pesar de tener unos tipos impositivos elevados, pero ese es otro tema.

Sara Patrón.

Lda. Administración de Empresas - Especialista en Tributación.